Este año, la genómica nutricional se consolida como una práctica que de manera obligada debe de formar parte de cualquier consultorio en medicina funcional.

En los próximos años, la demanda de integrar los resultados de las pruebas genéticas en planes de acción concretos crecerá, permitiendo que podamos ofrecer a nuestros pacientes estrategias de alimentación y suplementación personalizadas y medibles, adaptadas a las necesidades genéticas de cada individuo.

El aumento de alteraciones metabólicas y trastornos tiroideos en la población ha llevado a replantear la forma en que abordamos la salud desde un enfoque integral y funcional.

Hoy, gracias a la comprensión del eje microbiota–intestino–tiroides–metabolismo, es posible identificar y tratar desequilibrios subyacentes que impactan directamente en la función hormonal, el gasto energético y la salud metabólica.

En este eje aprenderás que el metabolismo no depende únicamente de las calorías, sino de factores clave como la composición de la microbiota intestinal, la inflamación crónica, la función tiroidea, la sensibilidad a la insulina y el manejo del estrés, permitiendo un abordaje más completo, personalizado y efectivo para mejorar la salud metabólica y el bienestar integral.

La metabolómica y la bioquímica celular permiten comprender los procesos metabólicos desde su origen, identificando desequilibrios que influyen en la inflamación, la producción de energía y la respuesta celular.

Este eje aborda la salud más allá de los síntomas, integrando el análisis de rutas bioquímicas, la función mitocondrial y el equilibrio metabólico como base para intervenciones clínicas más precisas.

A través de un enfoque funcional y respaldado por evidencia científica, aprenderás a diseñar estrategias nutricionales y de suplementación personalizadas, orientadas a optimizar la función celular y mejorar de manera sostenida los resultados clínicos del paciente.

La medicina funcional aplicada a la salud hormonal permite identificar los factores que alteran el equilibrio endocrino, considerando la interacción entre genética, nutrición, metabolismo y entorno.

Este eje se centra en comprender cómo la inflamación, el estrés fisiológico, la disfunción metabólica y los hábitos de vida influyen en la regulación hormonal y en la expresión clínica de los desequilibrios.

Mediante un enfoque de precisión y basado en evidencia científica, aprenderás a implementar estrategias nutricionales y de suplementación individualizadas, orientadas a optimizar la función hormonal y a promover resultados clínicos sostenibles a largo plazo.